martes, 23 de septiembre de 2014

Fuistes para mi lo primero, yo era para ti un sexteto de cuerdas desafinadas, llantos en la madrugada...No fue amor, no es amor, no lo quiero. 
Tienes 24 años, demasiada plata, tienes un abrazo que no abraza nada y aunque no lo entiendas me olvidé de ti...Adiós amor, no vuelvas a tocarme la piel, amor, no vuelvas a tocarme la piel...
Si miraras menos al espejo cuando estas hablando con alguien delante, sino fuera errante toda esa belleza que no es nada más que un vendaval que ya se aleja... si de vieja en ese espejo lloras no te arrepientas, no te arrepientas de tu maldad que es inconsciente como el agua del mar, como sal que se vierte en la herida al curar, como locos que quieren no quererse ya más. No soy como tú, te deseo el bien...pero lejos...No te olvidaré.

martes, 9 de septiembre de 2014

Poesía

Eres poesía y por lo tanto nunca mueres, y como se lo debe de tener aprendido mi mente pues siempre navegas en ella.
Eres como la melodía de cualquier canción pegadiza que a nadie gusta y aun por encima se queda en la cabeza. Como tu en la mía, mañanas y noches, sobretodo noches; claro que la culpa reside en el autor, y a mi no me queda más que aceptarla y por ello el castigo que ello conlleva.
Te convertí en poesía, en mi musa, sin saber que el arte de alguna forma siempre está enlazado con la palabra dolor.


domingo, 7 de septiembre de 2014

magia



Cuéntame como se siente uno cuando alguien lo necesita, lo quiere, lo cuida y lo mantiene arriba. Se preocupa y te siente en las noches frías. Cuéntame como es cuando alguien se preocupa por hacerte sonreir, reir, gemir, vivir las 24h del día. Como es que se llama que me ha podido remplazar en estos 13 días de la mala suerte que ellos conllevan. Te salva de los precipicios que yo cree y te entiende como yo nunca. 
Quizás es esto lo que alguien merece cuando nada le interesa o eso se supone, pero aparece alguien como tu y le enseña que todas esas cosas nombradas anteriormente son posibles... Por último, cuéntame como se puede ser magia sin ni siquiera saberlo.